Si eres guitarrista u
otro tipo de músico es importante que cuides tu instrumento más grande de
trabajo: tu oído. Esto es traido gracias
a Desafinados y Paul Gilbert
1.
No
subas el volumen
del equipo del coche
como si fuera un concierto cada vez que lo utilizas. Puedes hacerlo de forma
esporádica pero nunca como rutina.
2.
Lo
mismo sucede con los auriculares,
pueden ser muy perjudiciales. Realmente dice en tono jocoso: “no subas el
volumen de tus auriculares a un volumen de concierto mientras haces air-drumming con discos de Rush cada vez que te vas
a dormir”.
3.
No
coloques la oreja justo al lado de tu pantalla 4×12 mientras está sonando a
todo volumen, por mucho que ames como suena.
4.
No
insistas a tu batería que toque al estilo Alex Van Halen tocando con el hi-hat
abierto y el ride a todo trapo en cada canción.
5.
No duermas con auriculares toda la noche en modo “loop” para
“interiorizar música clásica”.
6.
No
gires tu pantalla 4×12 hacia un lado del escenario para evitar sonido directo
al público y en cambio recibas tú todo el volumen.
7.
No
pases 14
horas al día grabando con un metrónomo
haciendo click
clack en tus auriculares. En lugar de ello,
graba en vivo con todo el grupo para que todos los músicos sigan el tempo al
mismo tiempo.
8.
No
pases 14 horas al día editando vocales e instrumentos, contrata un ingeniero,
lo hará mejor y más rápido.
9.
No
pases horas y horas trasteando con micrófonos, pre-amplificadores y
ecualizadores en el estudio. Utiliza ese tiempo para practicar y lograr una
buena puesta en escena/performance.
Eso siempre termina siendo mejor que cualquier mezcla, edición o arreglo.
10.
No
construyas un estudio casero sin aislar bien las habitaciones. Mezclar en una habitación sin
insonorizar puede confundir tus oídos y forzar a subir el volumen más aún para
intentar escuchar los detalles.
11.
Esta
es muy buena: durante una jam en el NAMM con múltiples guitarristas no acerques
el oído al monitor para intentar encontrar la tonalidad del tema, simplemente
silencia las cuerdas y haz el típico chika-chicka, funciona en cualquier tonalidad.
12.
No
te hagas el cool/interesante en situaciones en las que
la música está extremadamente alta, tápate los oídos o sal de la habitación.
13.
No toques música con un volumen alto constante. Elige o escribe música con cambios
dinámicos de volumen. Estos cambios de volumen hacen las partes con volumen
alto más efectivas y crean un mayor contraste con las de volumen bajo. Además,
tus oídos lo agradecerán gracias a los descansos.
Independientemente de
que muchos son para tomarlos con humor, nos viene bien hacer caso a la mayoría
y cambiar un poco nuestros hábitos para poder cuidar nuestros oídos y evitar
problemas de sordera en el futuro, pitidos continuos en el oído, etc.